El embarazo es cosa de dos…

images (1)El tratamiento de la infertilidad:

En los tiempos actuales la proliferación de casos de infertilidad ha ido familiarizando a la población con términos como inseminación artificial, implantación embrionaria o fecundación in vitro.

En los casos de infertilidad es aconsejable que los dos miembros de la pareja sean examinados y se sometan, si es preciso, al tratamiento para potenciar su eficacia.

Cómo tratar los casos de infertilidad:

El hígado, desde la perspectiva de la Medicina Tradicional China, es uno de los órganos que más incide en los trastornos de la infertilidad, al estar estrechamente relacionado con el estado emocional de los pacientes.

La MTCh atribuye al hígado un papel primordial en el normal desenvolvimiento de las funciones cerebrales. Las alteraciones psicomentales afectan, de forma determinante, en el normal funcionamiento de los órganos internos causando una disfunción en la circulación de la energía y sangre.

La capacidad reproductiva de los hombres también se ve influida por los niveles de estrés, los bajos estados de ánimo, las tensiones, la  reflexión excesiva, la irritación prolongada, etc… afectando directamente al hígado.

Los pacientes, ante la presencia de estos factores, sufren de falta de deseo sexual, impotencia, eyaculación precoz, espermatorrea, circunstancias todas ellas que merman su capacidad  reproductiva.

Las  mujeres, por su naturaleza y especial carácter, suelen ser más reflexivas y susceptibles de sufrir episodios de estrés. 

En mi carrera profesional he tratado mujeres que desempeñaban cargos de responsabilidad, expuestas a elevados niveles de exigencia, a quienes, esta presión permanente, afectaba  negativamente a su hígado provocándoles un estancamiento de la energía con serias consecuencias para su fertilidad.

El motivo, desde la óptica de la Medicina Tradicional China, es que el meridiano del Hígado contornea el bajo vientre (donde se localizan  el útero y los ovarios) fluyendo por él la circulación de energía y sangre, de forma que su estancamiento se traduce en una baja reserva ovárica reduciendo las expectativas de embarazo.


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Quiero precisar que si bien la MTCh atribuye una gran importancia al “SÍNDROME DEL ÚTERO FRÍO” (trastorno  objeto de un anterior artículo específico publicado en mi blog y Facebook) la regulación de la función del hígado en la pareja es un factor no menor.


Para un  tratamiento integral de la  infertilidad, es aconsejable que los 2 miembros de la pareja se sometan a exhaustivas pruebas a fin de identificar el origen del problema.

En cualquier caso, aunque se verifique que el problema reside en un solo  miembro de la pareja, el acompañamiento mutuo, durante el proceso del tratamiento,  es un aspecto decisivo para poder soportar la presión que éste conlleva y reforzar la confianza.

¿Qué es el útero frío?

En primer lugar señalar que el término útero, en la Medicina Tradicional China, se designa con la expresión Zi Gong, cuya traducción literal al castellano sería «envoltura o palacio del feto».

El concepto de útero, en la MTCh, identifica no solo a éste órgano sino que engloba también a los ovarios y trompas de falopio.

Según la MTCh el síndrome del «útero frío», refleja la insuficiencia de yang en el riñón. Este déficit provoca a su vez un descenso de la temperatura corporal, localizada en este órgano, hasta un nivel de 35 grados, que entorpece la óptima circulación de la «energía y sangre».

Consecuencia de todo ello es un bajo rendimiento del útero que incidirá negativamente en la regularidad de la regla (es habitual que el período pueda extenderse hasta 40-50 días), la calidad el óvulo y su implantación.

Acreditados estudios científicos publicados en China cifran en un 60% el número de mujeres afectadas por el síndrome del «útero frío».

Subrayar que en la MTCh es un factor determinante, al evaluar la salud reproductiva de la mujer, el concepto de frío-calor (influyendo la presencia de frío en la tasa de abortos, al dificultar el normal desarrollo del feto), dada su estrecha relación con el flujo normal en la circulación de la «energía y sangre» como ya se ha dicho.

El «útero frío» es una de las causas más habituales de infertilidad en la mujer, aunque no impida, en todos los casos, con un debido tratamiento o sin él, la concepción en las mujeres afectadas.

Manifestaciones clínicas

 

Cuando hablamos de «útero frío» no nos referimos a un único síntoma, sino a un conjunto de síntomas que pueden concurrir de forma simultánea o aislada, entre los más relevantes estarían: irregularidad de la regla; sangre de color oscuro o con coágulos; poca cantidad de sangre en la regla, pudiendo presentar la paciente amenorrea; dolor e hinchazón en el bajo vientre que se alivia con la aplicación de calor en la zona (por ejemplo, mediante bolsas térmicas con agua caliente); flujo vaginal muy abundante y líquido (de una tonalidad blanca) que puede llegar a durar, en casos extremos, todo el mes; frío generalizado o localizado en las manos, pies, glúteos, nariz (en los casos más graves); frecuentemente pólipos, quistes o miomas; abortos espontáneos, etc.

 

Causas del útero frío

 

  1. Constitución física fría o una edad muy avanzada de los padres.
  2. Ingerir habitualmente comidas o bebidas frías que pueden llegar a dañar la energía yang.
  3. Agresiones ambientales como el excesivo frío de los aires acondicionados o una exposición directa a sus difusores, sin resguardarse con ropa de abrigo adecuadamente.
  4. Viviendas fías o muy húmedas.
  5. El estrés.
  6. Abortos espontáneos: en la edad fértil, el organismo almacena mucha energía para favorecer la implantación del embrión y el crecimiento del feto. Si se diesen abortos espontáneos y repetitivos, estos provocarán una grave pérdida energética que agudizará la intensidad de la dolencia del «útero frío», elevando el riesgo de nuevos abortos, entrando la paciente en un círculo vicioso.

Consejos

 

  1. Ingerir alimentos calóricos o energéticos como nueces, dátiles, cacahuetes o frutos secos en general.
  2. Durante el verano, en el centro de trabajo, medios de transporte o lugares públicos, con aire acondicionado, evitar la exposición directa y cubrise adecuadamente -preferentemente la espalda y cuello que son las zonas más propensas a acumular frío- y calzar, si es preciso, zapatos cerrados.
  3. Reducir la toma de alimentos crudos o fríos, dejándolos durante un tiempo a temperatura ambiente antes de su consumo.
  4. Tras un aborto, extremar las medidas preventivas anteriores, tales como evitar alimentos o bebidas frías, el ir a nadar a la playa o a piscinas no climatizadas, etc….